La Cámara de Diputados de la Nación convirtió en ley el proyecto de Boleta Única de Papel para cargos nacionales, sistema que empezará a utilizarse en las elecciones intermedias del 2025.
La iniciativa, que impulsaron en conjunto La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, Encuentro Federal, Innovación Federal y la Coalición Cívica, cosechó 143 votos a favor, 87 en contra y cinco abstenciones.
El bloque de Unión por la Patria se inclinó por el rechazo, tal como había anunciado previamente. En tanto, el Frente de Izquierda se inclinó por la abstención.
Quienes defienden la implementación de la Boleta Única de Papel destacan que el sistema termina con prácticas como el robo de boletas, el voto “cadena” y las prebendas con la boleta partidaria. También desalienta una práctica que floreció en la última década: los partidos que armaban falsas competencias internas para multiplicar el dinero que el Estado les transfiere para garantizar que todos los sectores puedan imprimir un mínimo de boletas.
Por otro lado, también pone en igualdad de condiciones a las fuerzas políticas con estructuras más chicas, que frecuentemente tenían problemas para conseguir la cantidad suficiente de fiscales que cuiden sus votos en todas las mesas. El ejemplo más reciente fue el de La Libertad Avanza, que recurrió a la ayuda del PRO y del sindicalista Luis Barrionuevo.
Otros puntos clave del proyecto es que se ampliarán de 50 a 60 días las campañas electorales, junto a la presentación de listas 70 días antes de las PASO -serán una semana antes de lo habitual-, en vez de 50; y la conformación de alianzas, que pasará de 60 a 80 días antes de los comicios.