BONFATTI: «EL PUEBLO SE EQUIVOCA, LO HIZO CON HITLER Y AHORA LO HACE CON MACRI»

El final de la campaña se acelera y en ese último empuje se crean escenarios calientes. Como el que sucedió ayer en el teatro del Sindicato de Empleados de Comercio de Rosario, donde el ex gobernador Antonio Bonfatti graficó un panorama apocalíptico en caso de que Cambiemos gane las elecciones legislativas y, por eso mismo, pidió a la ciudadanía que medite bien el voto. «De joven creía en ese concepto que dice que el pueblo nunca se equivoca. Pero se equivocó con Hitler y ahora se equivoca con Macri», disparó el presidente del Partido Socialista frente a un auditorio de confesada fe antimacrista.


Bonfatti y el secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza, Alfredo Botto, y el ministro de la Producción y candidato a diputado por el Frente Progresista, Luis Contigiani, fueron los oradores centrales de una charla sobre los derechos de los trabajadores que organizaron en conjunto el Movimiento Sindical Rosarino y el Centro de Estudios Laborales y Sociales (Celys), una entidad afín al socialismo santafesino.

En ese marco, Bonfatti trazó un panorama sombrío sobre la realidad argentina desde que Cambiemos subió a la cúspide del poder en 2015 y ese proceso se enturbiará más, en palabras del ex gobernador, si el oficialismo acrecienta su poder en las legislativas del 22 de octubre.


«Estamos en un momento de enorme retroceso, y lo penoso es que pareciera que no aprendemos, que tropezamos dos veces con la misma piedra, porque esta política económica ya la vivimos en los 90», graficó el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia.

Fue en ese contexto argumental en el que tiró su frase más polémica. «De joven creía en ese concepto de que el pueblo nunca se equivoca. Pero se equivocó con Hitler y ahora se equivoca con Macri», sostuvo Bonfatti, comparando los procesos de elección democrática que posibilitó el ascenso al poder del Nacional Socialismo (nazismo) en Alemania con el argentino, que en noviembre eligió a Macri a través de un ballottage.


El socialista responsabilizó, en parte, a los grandes medios de comunicación que tienen intereses creados para que Macri sostenga sus políticas y conculque derechos a los trabajadores. O que promueva un nuevo sistema de cobertura en salud (el CUS) que solo beneficiará a los prestadores privados.

Sobre este último punto, contrastó con lo que sucede en la provincia de Santa Fe gobernada por el socialismo, donde el Estado garantiza su acceso universal y gratuito. O en el caso del sistema previsional, donde está garantizada el 82 por ciento móvil.

Previo a Bonfatti habló el sindicalista Botto. Lo hizo con la misma sintonía de franca oposición a Macri y reconociendo tanto a Bonfatti como a Contigiani como «dos compañeros cercanos» por sus compromisos con los derechos laborales de los santafesinos. «El gobierno neoliberal ha vuelto a la Argentina para sacarle los derechos a los más débiles», postuló el gremialista, quien llamó a parar el «brutal ajuste» que se avecina votando a candidatos que estén «cerca nuestro». No hubo una alusión directa a Contigiani, pero se sobreentendió el mensaje.

Contigiani fue el último en hablar. Bonfatti y Botto le habían dejado un auditorio inflamado, pero el candidato del Frente Progresista directamente lo planchó. Si se comparara con un recital, a las atronadoras guitarras eléctricas le sucedió una obertura de flauta traversa.

El ministro de la Producción historió sobre el origen del capitalismo y los economistas clásicos como Karl Marx y Adam Smith. También hizo referencias a las encíclicas papales de León XIII y Juan Pablo II, sin faltar a la citas actuales del Papa Francisco. Todo ese bagaje intelectual sirvió de introito para introducir al modelo económico de Macri en la fase más despiadada del mercantilismo, donde priman la reducción de costos y la maximización de ganancias. «Para nosotros, en Santa Fe, el trabajo es una prioridad de la política y un bien social», diferenció.

Sobre el final, Contigiani dejó el compromiso de que si es electo diputado no apoyará en el Congreso ninguna ley que lesione los derechos de los trabajadores. Estas últimas palabras las enfatizó y se fue con un cerrado aplauso. Todos rápidos a prender la televisión para ver el partido de Argentina.

 

La Capital

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