El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, anunciaron la «segunda etapa del plan de estabilización» económica. Este nuevo esquema busca fortalecer la estabilidad macroeconómica del país sin generar sobresaltos inflacionarios ni devaluatorios.
Negociaciones con Bancos y Emisión Monetaria
Como parte del plan, se negociará con los bancos la entrega de una Letra de Regulación Monetaria, donde el deudor será el Tesoro y no el BCRA. Esto significa que el BCRA dejará de emitir pesos para pagar intereses de pasivos remunerados.
Caputo destacó «que no están enamorados del cepo», sino del orden macroeconómico, y mencionó que la tercera etapa del plan, que implicará la desregulación del mercado cambiario, se implementará cuando no existan riesgos de inflación, devaluación o aumento del desempleo.
El objetivo es eliminar la emisión monetaria dañina para reducir la inflación y estabilizar la economía. Además, el ministro enfatizó que no habrá devaluación ni el FMI ha solicitado tal medida.
Por su parte Bausili aclaró que la Tasa de Política Monetaria seguirá siendo fijada por el BCRA, aunque los bancos minoristas decidirán las tasas para los ahorristas. Se espera que estas tasas sean activas y superen la inflación.
El BCRA buscará mantener su autonomía para fijar tasas de interés sin causar daños a sus balances, lo cual eliminará el conflicto de intereses existente.
La acumulación de reservas del BCRA se vio alterada por factores como las inundaciones en Brasil y el adelanto de importaciones de gas debido al frío, lo que afectó la liquidación de granos. Sin embargo, se espera que la dinámica se reequilibre en los últimos tres meses del año.
Respuesta a la Aprobación de la Ley Bases
El anuncio se realizó un día después de la aprobación de la ley Bases y el paquete fiscal en la Cámara de Diputados. Caputo subrayó la importancia de estas medidas para robustecer la economía y reducir la volatilidad cambiaria, profundizando la «desinflación».
El gobierno busca dar mayor certidumbre y solidez al programa económico, eliminando la ansiedad respecto a la salida del cepo cambiario, asegurando que la economía no se vea afectada por incrementos en el dólar que podrían generar inflación y desempleo.
