El presidente Javier Milei ha implementado una medida que prohíbe los «cargos hereditarios» en el sector público, evitando que familiares de empleados estatales fallecidos ocupen sus puestos. La iniciativa, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, busca eliminar prácticas históricas en entidades como ANSES, Aduana, AFIP, el Banco Central, YPF y Ferrocarriles Argentinos.
Manuel Adorni afirmó que esta decisión representa un paso hacia la meritocracia en la función pública: “Se acabó la lógica del Estado como un botín entre amigos y familiares de una minoría privilegiada. En la Argentina de las ideas de la libertad, los cargos públicos se asignan por mérito y esfuerzo individual. En esta Argentina nadie tiene sangre azul», aseguró el funcionario.
Adorni señaló que esta práctica fue eliminada previamente durante el gobierno de Mauricio Macri, pero reinstaurada luego por la administración de Alberto Fernández, y señaló que aún persisten este tipo de privilegios en varias provincias.
Por su parte, Federico Sturzenegger expresó en un comunicado que la medida es coherente con el artículo 16 de la Constitución Nacional, que establece que «la Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza».
La decisión ha generado opiniones diversas, con algunos sectores valorando el énfasis en la equidad en el acceso a los cargos públicos y otros cuestionando los efectos de la medida en los derechos laborales de familiares dependientes.
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