En una iniciativa pionera, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Santa Fe ha establecido una planta piloto para la producción industrializada de bloques de tierra comprimida. El Dr. Santiago Cabrera, investigador líder del proyecto y miembro del Grupo TIERRA FIRME , estuvo en comunicación con PowerMax y brindó detalles del proyecto.
El Dr. Cabrera explicó que, «tras años de investigación en técnicas de construcción con tierra, la UTN ha avanzado hacia la producción industrial de estos bloques. Este enfoque permite escalar la fabricación y estudiar aspectos como costos, rendimiento y calidad de los bloques en condiciones industriales.»
Estos bloques son versátiles y pueden utilizarse en diversas aplicaciones constructivas, desde muros hasta viviendas completas. Una de las principales ventajas radica en su bajo impacto ambiental, ya que no requieren cocción en hornos, reduciendo así significativamente la huella de carbono asociada a la producción.
Los bloques de tierra comprimida son similares en tamaño a los ladrillos convencionales, con dimensiones estándar de 25 cm de largo, 12.5 cm de ancho y 6.5 cm de alto. Pueden unirse con una mezcla de tierra y agua, aunque algunos fabricantes optan por agregar cemento para mayor rigidez. Sin embargo, se recomienda unirlos con una mezcla similar a la tierra para evitar problemas de fisuración a largo plazo.
El proyecto no solo busca ofrecer una alternativa de construcción sustentable, sino también generar un impacto positivo en la economía regional. Se estima que la producción de bloques de tierra comprimida podría competir en costos con los ladrillos convencionales, al tiempo que ofrece beneficios ambientales y sociales.
El Dr. Cabrera anticipó un año de trabajo intenso para obtener resultados definitivos, aunque destacó que la colaboración con fabricantes locales permitirá una rápida transferencia de conocimientos y tecnología. El objetivo final es ofrecer una alternativa viable y eficiente para aquellos que buscan construir de manera sustentable.