Pbro. Lic. Carlos Hugo Scatizza
Normativa
La normativa sobre la “Sede Vacante y la elección del Sumo Pontificie” se encuentran tanto en Código de Derecho Canónico como en un grupo de normas que están vigente desde San Juan Pablo II hasta la fecha y que han sufrido últimas modificaciones en el pontificado de Benedicto XVI.
Actualmente está en vigor la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, sobre la vacante de la sede apostólica y la elección del Romano Pontífice, de 22 de febrero 1996.
Muerte del Papa o renuncia (Caso Benedicto XVI)
La muerte del papa es verificada por el Cardenal Camarlengo (hoy el irlandés Mons. Kevin Joseph Farrel), que tradicionalmente realizaba esta tarea llamando al papa tres veces por su nombre de pila (no el papal) mientras le golpeaba suavemente en la frente con un pequeño martillo de plata en presencia del maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, de los clérigos prelados, del secretario y del canciller de la Cámara Apostólica. El camarlengo toma posesión del anillo del Pescador del papa, que posteriormente es destruido junto con el sello papal ante el Colegio Cardenalicio. Esto se hacía tradicionalmente para evitar la falsificación de documentos, pero hoy es simplemente una forma de simbolizar el fin de la autoridad del Papa.
El papa Francisco ha asegurado que ya está «preparado» el lugar donde será enterrado cuando fallezca y que será en la Basílica Santa María Mayor de Roma, es decir, fuera del Vaticano.
«Como siempre le prometí a la Virgen, ya está preparado el lugar. Quiero ser enterrado en Santa María Mayor», ha explicado Francisco en una entrevista a N+ de México, recogida por Europa Press.
El pontífice ha explicado que ser enterrado ahí es «su gran devoción» y ha hecho referencia al vínculo que siente con ese lugar. «Siempre iba ahí el domingo en la mañana que estaba en Roma, me iba un rato allí. Hay una ligazón muy grande», ha destacado.
Sede Vacante
(nombre con el que se conoce el período que transcurre entre el fin de un pontificado y el inicio del siguiente).
Al producirse la vacante de la Sede Apostólica comienza un periodo que se llama de Sede Vacante. Durante este periodo rige el principio de nihil innovetur (que no se innove nada). El gobierno de la Iglesia queda confiado al Colegio de los Cardenales solamente para el despacho de los asuntos ordinarios o de los inaplazables y para la preparación de todo lo necesario para la elección del nuevo Pontífice (art. 2). El artículo 1, para mayor abundancia, señala que “el Colegio de los Cardenales no tiene ninguna potestad o jurisdicción sobre las cuestiones que corresponden al Sumo Pontífice en vida o en el ejercicio de las funciones de su misión; todas estas cuestiones deben quedar reservadas exclusivamente al futuro Pontífice”.
Conclave (Cum clavis-Con llaves)
Los Cardenales se han de reunir en cónclave para proceder a la elección del nuevo Romano Pontífice. El artículo 37 establece que el cónclave comenzará 15 días después de la vacante de la sede apostólica, aunque el Colegio de Cardenales puede establecer otra fecha que no puede retrasarse más de 20 días desde la vacante.
¿Quienes eligen?
El artículo 33 del documento indica que “el derecho de elegir al Romano Pontífice corresponde únicamente a los Cardenales de la Santa Iglesia Romana, con excepción de aquellos que, antes del día de la muerte del Sumo Pontífice o del día en el cual la Sede Apostólica quede vacante, hayan cumplido 80 años de edad”: por lo tanto, si un Cardenal cumple 80 años después de producirse la vacante -antes incluso de que comience el cónclave- tiene derecho a elegir al Papa. El número de cardenales al día de hoy son 252; 138 son electores y participarían en el próximo cónclave que elija al sucesor del papa Francisco. Cuatro de cada cinco cardenales que votarán en futuro cónclave han sido elegidos por el papa argentino. En la última década, el Colegio cardenalicio se ha hecho más universal y más joven: hay 94 países representados y la edad media de los electores es de 69 años. Hay 65 miembros del Colegio cardenalicio que pertenecen a 28 congregaciones religiosas o institutos de vida consagrada; 35 de ellos son electores
Los cardenales mayores de 80 años no votan, solo acompañan con la oración.
Lugar del Conclave
El artículo 41 señala que “el Cónclave para la elección del Sumo Pontífice se desarrollará dentro del territorio de la Ciudad del Vaticano, en lugares y edificios determinados, cerrados a los extraños, de modo que se garantice una conveniente acomodación y permanencia de los Cardenales electores y de quienes, por título legítimo, están llamados a colaborar al normal desarrollo de la elección misma”.
Los cardenales durante el conclave se alojan en “Domus Sanctae Marthae”, hoy residencia del Papa Francisco.
El Conclave sigue siendo un retiro, sin embargo. Y lo forman los Cardenales electores, pero la diferencia es que ahora no se delimita por unas estancias cerradas al mundo exterior, sino por la actitud de los Cardenales electores que tienen prohibido el contacto con el mundo exterior. Desde luego, parece obsoleto regular el Cónclave como un lugar físicamente cerrado en la era de los teléfonos móviles. La actual normativa atiende a la necesidad del retiro, adecuándose a las circunstancias actuales.
¿Cómo se elige el Papa?
La elección por escrutinio, el único modo actualmente válido, tiene lugar a través de la votación, individual y secreta, de los Cardenales electores. La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis prescribe que se deben realizar dos votaciones cada día, además de una votación la tarde en que comienza el cónclave. Para que sea válida la elección debe contar con dos tercios de los votos. El Motu proprio sobre algunos cambios en las normas sobre la elección del Romano Pontífice, de 11 de junio de 2007, prevé que, si después de 24 escrutinios los Cardenales no consiguen ponerse de acuerdo sobre el Cardenal elegido, deberán escoger entre los dos Cardenales que hayan obtenido más votos en la última votación, exigiéndose también en este caso la mayoría cualificada de dos tercios de los votantes (los candidatos no votan).
La legislación canónica no impone requisitos para ser elegido Papa: por lo tanto, se deben considerar requisitos los propios del derecho divino para ser Obispo, es decir, ser varón bautizado en la Iglesia Católica con pleno uso de razón. En la práctica, sin embargo, desde hace muchos siglos el elegido ha sido siempre Cardenal. De no ser Obispo, debe ser Ordenado inmediatamente.
Presentación del nuevo Papa
Una vez elegido, el Cardenal Decano pregunta al elegido si acepta su elección canónica como Sumo Pontífice. Si el elegido que es Obispo acepta, desde ese momento adquiere de hecho la plena y suprema potestad sobre la Iglesia universal. Una vez que ha aceptado, le pregunta el nombre, le rinden homenaje y le prestan obediencia. por el que nombre quiere ser llamado.
Después de las ceremonias anteriores, el primero de los Cardenales Diáconos -es decir, el Cardenal Protodiácono- anuncia desde el balcón de la Basílica Vaticana al pueblo reunido en la plaza de San Pedro la elección del nuevo Papa, usando la tradicional fórmula: “Nuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!” (les anuncio una gran alegría: tenemos Papa). El Romano Pontífice saluda al pueblo reunido en la plaza de San Pedro e imparte la bendición Urbi et Orbi.