La tranquilidad que alguna vez caracterizó al histórico barrio Roma de Santa Fe se ha visto profundamente alterada por una creciente ola de inseguridad que mantiene en vilo a sus vecinos. Durante las noches, el temor se apodera de las calles, donde los habitantes denuncian constantes actos delictivos, desde arrebatos y asaltos hasta intrusiones en las viviendas.
Los relatos de quienes viven allí pintan un panorama alarmante: desconocidos merodean por los techos, violentan puertas y portones, y se aprovechan de las vulnerabilidades de la comunidad.
El episodio más reciente tuvo lugar en la madrugada del sábado, cuando un grupo de ladrones irrumpió en una casa ubicada en calle Lamadrid al 2500. Aprovechando la ausencia del propietario, un hombre mayor en silla de ruedas que actualmente reside en un hogar de cuidados, los delincuentes saquearon el lugar. Revolvieron cada rincón de la vivienda, causaron importantes destrozos y se llevaron todos los objetos de valor que pudieron cargar. La escena que dejaron atrás es desoladora y ha encendido nuevamente la alarma en el barrio.
Sin embargo, este incidente no es aislado. Vecinos del barrio Roma aseguran que la inseguridad es una constante. Las calles, alguna vez transitables con confianza, ahora son vistas como espacios de peligro. Los arrebatos y robos son comunes, perpetrados tanto por delincuentes a pie como en moto, y los usuarios del transporte público no están exentos, siendo asaltados incluso mientras esperan el colectivo.
La preocupación también alcanza las viviendas, con relatos de movimientos sospechosos en los techos durante las madrugadas. Un vecino, al compartir su testimonio, explicó cómo su perro guardián ladra incesantemente en las noches debido a la presencia de extraños en los techos, algo que se ha convertido en una amenaza recurrente. «Ya ingresaron a varias viviendas de la zona», afirmó con evidente inquietud.
Ante esta situación, los vecinos de barrio Roma han alzado la voz, exigiendo una mayor presencia policial que les permita recuperar la seguridad perdida. Piden patrullajes frecuentes y la implementación de medidas efectivas que frenen esta seguidilla de delitos. En medio de la incertidumbre y el temor, los habitantes de este emblemático barrio buscan respuestas y acciones concretas para volver a vivir sin miedo en su comunidad.